miércoles, 18 de mayo de 2011

XVI RAZON PARA NO VOTAR POR OLLANTA

SERGIO TAPIA TAPIA

Desde: http://www.larazon.com.pe/online/indice.asp?tfi=LROpinion01&td=17&tm=05&ta=2011

Ollanta le dedica especial atención a la actividad minera del Perú en las págs. 8, 17, 21, 63, 67, 69, 73, 86, 91 131-133, 135-136, de su vigente plan de gobierno 2011-2016.

Ollanta inicia su pensamiento político sobre la minería, desde el prólogo de su documento, sosteniendo que los recursos minerales del Perú son aprovechados por “minorías económicas extranjeras”. Hay acá un desagradable tufo al “Mi lucha” de Adolfo Hitler. Bueno, no es extraño, porque el vicepresidente de Ollanta, Omar Cheade, tiene antecedentes militantes en grupos neonazis.

Según Ollanta, la actividad económica minera está desarticulada del resto del plexo productivo peruano. Es su visión estatista y estatizadora de la producción y economía. Porque él no concibe ni tolera que la economía es actividad netamente privada y en la que el Estado solo debe tener un rol supletorio. Y, esto, porque Ollanta es estadista totalitario, como lo es el comunismo y el fascismo.

Por eso, con voz de orden dictamina el compromiso político que requiere que adopte la minería, como también se lo requiere a otros sectores productivos (ver pág. 21 del plan de gobierno). Y es para lograr ese cometido que en la pág. 63 exige un cambio de la Constitución, “para recuperar” la extracción de los minerales. Es decir, para estatizar o nacionalizar. Lo que significa que volveremos a las velasquistas organizaciones de Minero-Perú, Centromín-Perú y todo ese vetusto sistema burocrático que descoyuntó la eficacia y la dinámica empresarial en la minería peruana.

Ollanta cuestiona al actual emprendimiento minero. No le gusta el empresariado minero. Y lo amenaza con esta sentencia: “El argumento del respeto a los contratos suscritos por el Estado no suena convincente, si bien algunas empresas han firmado en pro de la estabilidad jurídica, esta nunca ha sido un impedimento para que puedan ser revisados” (ver págs. 135-136).

El Plan Inca de Velasco de los años 70 es la inspiración que deleita al dictador Chávez de Venezuela. Y es que Chávez, quien inspira a Ollanta, bajo su sombra se ofrece gobernarnos a partir del 2011.

Que nos gobierne Ollanta es un viaje sin retorno, porque se atornillará en el poder, como todos sus amigos del Foro de Sao Paulo.

Qué desgracia, la del Perú, que el velasquismo “nos retorne” importado desde Caracas.

(*)Director Jurídico de UnoAmérica

No hay comentarios:

Publicar un comentario